Caía la tarde y mientras el sol se despedía con sus últimos rayos comenzó a llover de manera repentina y torrencial , todos huimos a cobijarnos excepto ellos que en plena calle reían y bailaban lentamente al son de la música que salía de un restaurante cercano.
Todos fuimos testigos de su baile muy pegado, muy lento mientras que la lluvia se deslizaba sobre ellos fuimos testigos de cómo él la miraba embelesado y con una sonrisa inmensa le apartaba un mechón de cabello de su rostro para después deslizar su mano por su pelo y besarla lentamente disfrutaron de cada paso de cada gota de lluvia , su baile duró lo que duró la lluvia al acabar mientras que seguían riendo se fueron caminando agarrados de la mano.
Preciosa y romántica escena, Beatriz. Yo también me hubiera quedado a contemplar su felicidad :))
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias por tus amables palabras. Un abrazo
Eliminar