Amanda Capítulo 8.

La noche fue extraña las imágenes se agolpaban en su mente como una película en cámara rápida cuando despertó sintió un gran alivio y todavía consternada se levantó desayuno y se arregló para ir a comprar unos pasteles antes de ir a comer.

Se puso la ropa más bonita que había traído y llamó a Beatriz para quedar en Zocodover y que fueran juntas a la comida, subió compró unos pasteles y en la plaza bajo la sombra de un árbol espero a Beatriz.

Tenía que reconocer que estaba nerviosa la habían tratado tan bien que quería que todo saliera perfecto y no hacer o decir algo que los pudiera molestar.

Ella llegó enseguida se monto en el coche y se dirigieron a la comida, al llegar todos la saludaron como si la conocieran de siempre y todo el tiempo que estuvo allí se sintió uno más de la familia.

Después de una larga sobremesa Belinda le pidió dar un paseo las dos solas y eso hicieron sin decirle a donde la llevaba mientras charlaban animadamente llegaron hasta una calle con una casa abandonada  y le dijo: aquí es donde toda mi familia vivió incluida mi tía antes de fallecer muy joven y dejándome aquí a mi solita, no sé cuál es el motivo por el que tú eres exactamente igual a ella pero yo siento como si viviera dentro de ti, ella muy emocionada le contó todo lo que le había pasado sus recuerdos o visiones con la ciudad y cuando acabó ambas se miraron con los ojos llenos de lágrimas y por un segundo volvieron a ser aquellas dos chiquillas que jugaban tras las paredes de esa casa no como tía y sobrina sino como dos almas unidas por el universo.

                  FIN