Cortó el hilo
que a ella lo ataba
separó latidos
borró recuerdos
pero cometió
un error
creyó que sus destinos
no estaban atados
por el hilo rojo
del destino
por eso de nada sirvió
y a cada paso
se encontraban
sin poderlo evitar
sus latidos volvieron
a palpitar a la par.
Imagen tomada de Internet.
El hilo que ata, el hilo que abrasa, el sentimiento habita la sinrazón, vuela con las dunas que levanta el viento, hoy y mañana
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos
EliminarEl amor palpitando y en tus letras vibrando. Beso
ResponderEliminarMuchas gracias amiga, un abrazo.
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