Cegada, viví cegada
buscando la mitad de mi roca de luz,
esa que complementa la mía haciéndome brillar
pero viví tan cegada que no me percate de que mi alma ya brillaba
cuando tú estabas cerca de mí, pero yo ciega seguí buscando lejos
lo que ya brillaba entre mis dedos hasta que el día que desapareciste
y mi vida se volvió gris, ya nada brillada a mi alrededor
por eso cuando volviste no quise desaprovechar la oportunidad
de completar el brillo de mi alma para siempre.
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