Por fin dejamos que hablaran nuestros sentimientos: Acariciándonos, besándonos, amándonos.
Fundiendo nuestros cuerpos hasta la extenuación, uniéndonos en cuerpo y alma,
el problema vino cuando intentamos separarnos tú te quedaste con mi corazón
y yo con el tuyo y si nos separábamos mucho dejaban de latir, por eso nuestros pasos
siguieron los mismos pasos caminando juntos el sendero de la vida amándonos
cada día hasta la extenuación.
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