Reflejos distorsionados de almas imperfectas
por corazones maltratadores
que utilizan las palabras como puñales afilados
desintegrando corazones imperfectos
pero llenos de bondad a los que les cuesta la eternidad
recuperarse de tanta maldad.
Hasta que un día la herida es tan profunda
que infectan de pura maldad
corazones buenos que jamás volverán
a ser pura bondad.
Eres lo que eres y no lo puedes cambiar.
ResponderEliminaryo creo que la gente buena llega un momento que el sufrimiento la quita un poco de esa bondad y gente mala que se da cuenta del daño que hace y recapacita y empieza a hacer cosas buenas. un abrazo José
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