Bailaba como una diosa en su pequeño mundo ajena a las miradas y los deseos que despertaba , todas las noches de sábado nos regalaba su presencia y nos enamoraba a todos deslizándose por la pista mágica , etérea .
Ninguno nos atrevimos a hablar con ella e igual que llegó un día desapareció.
Un día en una fiesta la vi y nos presentaron , la conté que la conocía y de que , además le confesé que a pesar de desearlo jamás me atreví a hablarle porque me imponía tanto su presencia que me quedaba mudo.
Entonces ella me miro y me dijo algo que me impactó , nunca dejes de acercarte a alguien porque te imponga su apariencia en esos días yo me sentía muy sola y hubiera agradecido mucho tener alguien con quien conversar.
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