martes, 8 de noviembre de 2016

Nada es igual.


Mi piel dejo de sentir 
el día que tus manos
 las dejaron de recorrer 
mi mano se congeló 
desde que ya no camina
 agarrada a tu mano
 y mi corazón 
¡ay mi corazón! 
el pobre no recupera 
su ritmo late con resignación .




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