El dueño de la luz.

Todas las noches observaba como el dueño de la luz pintaba en el cielo un nuevo firmamento noche tras noche , hasta que una noche salí a dar un paseo y con gran sorpresa él que no hablaba con nadie me llamó por mi nombre , yo me acerque y entonces me pregunto señalando al cielo:

¿Te gusta?

Yo le conteste: Si mucho, creas unos firmamentos hermosos.

A lo que él con una gran sonrisa me contó :

Cada noche eres la única que sale a mirar el cielo por eso los creó para ti .

Así de una forma tan sorprendente empezamos a hablar cada noche y comenzamos a enamorarnos.

Nuestra primera cita fue una cena en el jardín iluminados por estrellas fugaces , en cada visita traía la magia del cielo y la pasión de la tierra.

En nuestra primera noche de amor convirtió mi día en noche y pude tocar las estrellas sin salir de mi casa , trajo la Vía Láctea para que nos iluminará mientras nos bebíamos a besos y en esa intimidad me ha mostrado su corazón donde guarda la energía del sol para después amarnos presa del deseo y así nos amamos durante días en noches perpetuas que él creaba sin cesar para que nunca nos dejáramos de amar.

Después de días la luz se fue apagando porque él por mi la abandonó por eso nos tuvimos que despedir aunque nunca nos hemos olvidado , cada vez que puede él vuelve a mi cuarto para convertirnos en una sola alma , en una misma piel y volar por el universo.